
Cesiones en el pacto con Junts. La Justicia se prepara para un choque «demoledor» tras la amnistía. La batalla tendrá también capítulo en Europa
OpinionEl Día de la Infamia
Sánchez comparecerá en el Congreso para su reeleción la semana que viene
Sentido común Dictadorzuelo
"No conseguirán amedrentar a los socialistas. Vamos a seguir adelante", ha manifestado Sánchez a los trabajadores de la sede madrileña
Lo pide el presidente de la CEOE e Históricos del PSOE. Que gobierne el PSOE por un tiempo y no el PP como proponía Feijóo o viceversa, nos da lo mismo que nos da igual. Sería la única manera de no empeorar la convivencia, no ahuyentar la inversión y no discutir una vez más sobre la Independencia de ciertas naciones. Son buenos deseos que están a punto de quedar en aguas de borrajas. La pelota está en el tejado y a punto de caer con mucho estruendo y pudiera estropear lo conseguido en las últimas décadas de convivencia pacífica.
Siempre nos quedará el derecho al pataleo y asumir lo peor de la política y de los políticos que han participado en este entuerto y en tener lo que nos merecemos que no es precisamente nada bueno.
La amnistía está tan avanzada en su dictado que es poco probable que se quede sin salir a la luz. El campo quedará sembrado para la polémica en los tiempos venideros, todos tendrán buenas razones para una guerra de guerrillas a favor y en contra. El camino se hará muy duro para avanzar en los poderes del Estado, en la economía, en la calle, en la prensa. El tema será controvertido y la indiferencia no será posible en los distintos escalones de la sociedad actual. Esperar y ver por donde tiramos y como lo hacemos, hablarán de nosotros sin duda y habrá consecuencias ineludiblemente.
Las protestas conta la amnistía ponen a la policía en el disparadero, tienen que intervenir en las manifestaciones contra el PSOE. Condenables las manifestaciones, el ambiente se calienta y los exaltados aprovechan la ocasión para hacer y decir lo indecible. Aparecen viejos fantasmas. Se endurece la negociación para la investidura a la que se responsabiliza de la situación tan desagradable en la calle.
Empieza la cuenta atrás para la investidura y todos los ojos están puestos en España. Complicado interpretar las realidades que se van consumando.
La rivalidad independentista convierte la negociación en una extorsión permanente, sin más salida para Moncloa que ceder en todo o ir a elecciones
ucrania-rusia , los presidentes se evitan